viernes, 10 de mayo de 2013

Perspectiva y esteructura.

 

En la novela predomina la narración omnisciente en 3ª persona, aunque se

trata de un narrador “cómplice”, que se implica con sus comentarios en la

historia narrada y que se dirige en algunos casos a los lectores, como si éstos

pudiesen contemplar realmente a los personajes y las situaciones de la

historia: “Éste es Charlie. ¿Cómo estás? Y tú, ¿cómo estás? Charlie se alegra

de conoceros” (p. 12).

El diálogo tiene gran importancia en el libro, ya que ayuda a definir a

los personajes, desde las réplicas nerviosas y exclamativas del señor Wonka:

“¡Charlie! ¡Vaya, vaya, vaya! ¡De modo que tú eres Charlie! Tú eres el que hasta

ayer no encontró su billete, ¿no es eso? Sí, sí… ¡Maravilloso! ¡Fascinado! ¡Muy

bien! ¡Excelente!” (p. 83), hasta el tono imperativo y maleducado de alguno de

los niños: “¡Oh, cállate, mamá y déjame terminar! (p. 128).


 

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