-Él vendrá.
Por fin algo; un indicio, una pista, una tercera persona. Hizo cuanto pudo para que Julieta no notara su emoción.
-¿Quién ,Julieta? ¿Quién vendrá?
- El mal, el mal vendrá y me castigará.
Había roto a llorar, dejando escapar todo el miedo que había estado guardando durante esos días.
Trápaga le cogió las manos.
- ¿Por qué te quiere castigar?- Insistía Trápaga casí contagiado por su angustia.
De nuevo Julieta venció los obstáculos que la vergüenza y el terror le ponían en el camino para poder responder. una voz que la animaba a confesarlo todo, pero otra voz muy diferente, más cobarde y precavida insistía en que no debía empeorar las cosas.
- Porque he sido mala- dijo al fin obedeciendo a la primera voz- No he cumplido mi palabra y él dijo que me castigaría si no lo hacía.
- ¿Si no hacías qué?- Trápaga se sentía tan cerca de la solución que olvidaba la edad de la interrogada- Vamos, Julieta, lo estás haciendo muy bien. ¿Si no hacía qué?
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