miércoles, 15 de abril de 2015

LO IMPOSIBLE de ALBA LORENZO




 

 

Paula, una chica de ciudad, para llegar a cumplir su sueño deberá de superar una serie de problemas, unos problemas, unos problemas difíciles de asimilar.

 

 

 

INTRODUCIÓN

   Me llamo Paula. Tengo 15 años, y voy en 4º de la E.S.O. Mis notas son buenas, demasiado buenas. He recibido varias becas para ir a estudiar en diversos países. Pero yo no quiero. Yo quiero cumplir mi sueño, un sueño que mi padre no acepta, pero que conseguiré, cueste lo que me cueste.

   Casi no tengo amigos, bueno el casi se podría quitar. Soy una marginada. En clase todos me odian. Nadie me entiende. Me gusta un chico, se llama Miguel, es un secreto, bueno lo sabe una persona, que en realidad no es una persona. Veréis. Tengo una amiga, mi única amiga. Pensaréis que estoy loca, pero mi amiga es imaginaria. Quiero decir, yo me invento el carácter de ella, se llama Nuria, y yo soy consciente de que me doy mis propios consejos, y todo lo que ella me dice en realidad lo digo yo. Es como si hubiese otro yo dentro de mi. Os hablaré de mi sueño: yo quiero ser fotógrafa. Me parece arte. Es mi pasión. Una pasión que lleva conmigo desde pequeña. Un sueño que, como ya dije antes, no es aceptado por mi padre. Pero me da igual, yo lo cumpliré. Vivo en A Coruña, un sitio precioso, característico por la torre de Hércules, la cual tiene historia. No se si me gusta vivir aquí. Supongo que si porque tengo aquí  a todo el mundo. A mis padres, “amigos” etc...

 




-2 de la tarde de un día de Marzo-

   -¡Eh tú! Ven aquí.

Paula se gira y ve a Miguel. Lleva la mochila a la espalda y va con dos de sus amigos.

-¿Que quieres'- pregunta Paula bordemente.

-Cuidado nena. No te subas arriba- dice uno de los amigos de Miguel.

Paula mira al de la izquierda, lo conoce de vista, de verle por lo pasillos, es alto y delgaducho, viste con gorras y cadenas. En el medio está Miguel, le está mirando de una forma especial. ¿Porque hace eso?

Una voz la interrumpe de sus pensamientos.

-¡Hey morena!

Paula se gira y ve al chico que le habló antes. Mira a la izquierda, hay otro chico, a la derecha otro. Se van acercando a Paula, el círculo cada vez es más pequeño. Ve a Miguel alejarse, con las manos en los bolsillos y cabizbajo. Mira hacia ella antes de que el círculo se cierre por completo. Paula cae al suelo. Siente puñetazos, patadas y golpes en general. Escucha el sonido de un coche patrulla. Entonces los chicos que cerraban el círculo ya no estaban, en su lugar, en el suelo, de rodillas, estaba un policía, pero cada vez lo veía más borroso.

-Tranquila, estás a salvo.

Y entonces se desmayó. Por unos momentos fue como no existir.

   Cuando se despierta, nota como si estuviese encima de una camilla. Escucha mil y una voces, ve varias cabezas encima suya.

-Rápido. No hay mucho tiempo.

 

   Una fuerte luz penetra en sus ojos mientras un sonido agudo se inyecta en sus oídos. Cuando sus pupilas se acostumbran a la claridad, puede ver perfectamente la silueta de sus padres tras el  cristal de la puerta, que, asustados, hablan con un agente de policía. Este gira su cabeza, sonríe, y le comunica a mis padres lo ocurrido. Estos, con ímpetu, abren la puerta y se acercan a mi. Me abrazan, muy fuerte. Suelto un leve grito para alertarles de que me han hecho daño.

-¡Ay!- dice llevándose las manos a la boca- ¿estás bien?- sonríe-¿cómo te encuentras?-pregunta mi madre.

-Bien-respondo-¿qué ha ocurrido?

Mis padres se miran.

-Un accidente muy grave cariño- dice mi madre preocupada.

Mi padre resopla. Se mete las manos en los bolsillos y sale de la habitación. Está cabreado, enfurecido. Se le nota en la cara.

 

 

 

 

-¿Qué le pasa?- digo-¿Porque estoy dolorida?

-Verás Paula. Ten han pegado al lado del instituto.

-¿qué? ¿quienes? ¿cuántos tiempo he estado dormida?

-No lo sabemos. Eso nos lo tendrías que contar tú.

-¿Cuánto tiempo dormí?

-Sobre cuatro horas. Paula en un rato va a venir un policía.

-¿A qué?

-A que le cuentes lo que pasó.

-Pero mamá yo... no recuerdo...

Le tiemblan las pierdas y su respiración es agitada, no siente la cara. Un médico viene rápidamente y la tranquiliza.

-Tranquila. Ya está. Ya pasó.

-Me cuesta respirar.

-Lo sé. Ya está, tranquilízate.

   Poco a poco la respiración de Paula va volviendo a la normalidad, sus piernas cesan y ya siente la cara. El médico le da una pastilla y le manda descansar. Cuando el chico se va su madre la mira. Finalmente dice:

-Descansa hija. Ha sido un día muy duro.

 Paula se coloca de lado y cierra los ojos, quedándose profundamente dormida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-9 de la noche de un día de Marzo-

-Buenas noches cariño-dice Carmen

-¿Buenas noches? ¿Pero qué hora es?

-Las nueve-dice Carmen mirando el reloj de su muñeca.

 

  Tras decir esto un policía entra en la habitación. Al ver la cara de asustada de Paula le tranquiliza.

-Tranquila. Sólo te haré unas preguntas sobre lo ocurrido.-señala una silla y dice-¿puedo?

-Faltaría más-dice Carmen.

-Muchas gracias.

Paula le mira. Tendrá unos 40 años, aunque parece más mayor. Se nota que la vida de policía no es siempre buena.

-Perdone el atrevimiento, pero, ¿nos conocemos?

El policía ríe.

-¿Entonces lo recuerdas?

-¿El qué?-dice Paula.

-Yo fui el que te encontró en el suelo y te metí en la ambulancia.-dice con una sonrisa en el rostro.

-¡Es verdad! Pero lo que no recuerdo es que pasó después de eso...

-Te haré unas preguntas.

-Vale.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estuvo más de una hora haciéndome preguntas. Poco a poco fui recordándolo todo. Y le iba contando, mientras en apuntaba en una libreta.

-Bueno. Ya está-dice al fin.

-Mamá, ¿pusisteis denuncia?

-Claro hija.

-Ahora mismo estamos buscando a los agresores. De hecho, uno ya se entregó-dice cerrando la libreta-un tal Miguel González.

A Paula se le encoje el corazón al escuchar eso.

-¡No!-grita incorporándose, ya no nota dolor, sólo quiere salvar a Miguel.- Él no fue. Se lo aseguro. Él se fue antes de que me pegaran. Lo recuerdo perfectamente.

-Que raro...

-Lo conozco muy bien, seguramente lo haría por sus amigos al enterarse de lo ocurrido.

-¿Los que te pegaron son sus amigos? ¿Si los ves los reconoces?

-Si. Se llevan muy bien.

El policía sale de la habitación, y llama a un compañero suyo.

-Juán. Habla con el director del instituto. Quiero a todos los chicos de la clase de Paula en mi despacho mañana a primera hora.

-De acuerdo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De nuevo, entra en la habitación. Se despide y se va.

-Estoy cansada.

-Duerme-le da un beso.

   Se queda profundamente dormida.

    

       TRAS DOS DÍAS

 

-10 de la mañana de un día de Marzo-

Entra una doctora con un papel en la mano.

-Buenos días.

-Aquí tienes. Puedes marcharte cuando quieras.

-Por fin...

En los dos últimos días Paula había mejorado favorablemente. También influyó que habían liberado a Miguel. Y eso ponía la ponía muy contenta.

-Voy a recoger mis cosas.

-Te ayudo-dice Carmen.

-Mamá. ¿papá?

-Vino a verte mientras dormías. Luego se fue para casa.-

Paula suspira. Sabe como es su padre. Es capaz de no verla con tal de no hablar del tema de las becas.

Cuando solo les faltaba coger el móvil, alguien peta en la puerta.

Cuando entra y ve que en Miguel Paula se sonroja.

-Os dejo solos. Paula me llevo la bolsa.-dice Carmen.

-Vale mamá.

Tras dos minutos de interminable silencio, al fin, Paula rompe el hielo que se había creado en la habitación.

-Hola- dice tímida.

-Hola-dice sonriendo.

-¿Porque viniste?

-Le tendré que agradecer a mi salvadora preferida lo que ha hecho por mi.

¿Salvadora preferida? Se puso más colorada todavía.

-No tienes porque dármelas.

Miguel se acerca a ella y la besa.

Paula se queda petrificada cuando se separan.

-Llevas mucho tiempo gustándome.

-Y tú a mi.

-¿Quieres...?

Paula ni siquiera le deja terminar la frase.

-Si.

-Te quiero.

-Te quiero.

Miguel le da la mano y los dos sonríen.

-¿Vamos?

-Vamos.

Cuando salen se encuentran con los padres de Paula. Están discutiendo.

-Adiós.

-Si te vas no vuelvas Javier.

Él la mira y da media vuelta, entrando en el ascensor. Lágrimas aparecen en las mejillas de Carmen. Paula corre a abrazarla. Lo ha entendido. Se acabó todo.

Mientras tanto...

Javier sale del ascensor y se dirige al garaje. Va con paso rápido. Entra en el coche y lo enciende, sale del aparcamiento. Pone la radio, pero al ver que ninguna de las cadenas transmiten las canciones que a él le gustan, la apaga de un golpe. Mientras hace esto un coche pasa por delante de el. No tiene tiempo de reaccionar. Lo último que escucha son pitidos de coches y voces asustadas.

 

 




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DOS AÑOS DESPUÉS

Paula estudia fotografía en Vigo. Viven en un piso junto a Miguel. Son felices. Carmen trabajo `por las noches, asique Paula y Miguel aprovechan a estar juntos. Las dos supieron superar la muerte de Javier. Los agresores fueron llevados a un centro de menores, y después a la cárcel.

Hoy es un día muy especial para Paula. Termina los cursos de fotografía y empieza a trabajar. Tiene el día muy ajetreado.¡Le han llamado cuatro personas en menos de una hora! Todos quieren hacerse sesiones de fotos con Paula. Miguel está cumpliendo su sueño también. Él quiere ser director de cine. Y se va a presentar a un concurso de cortos.

   Carmen está feliz. Tiene una nueva pareja. Es perfecto. Está muy atento de Paula. La quiere como si fuese su propia hija. Intenta no hacerle preguntas a Carmen sobre Javier.

En resumen: lo imposible se convirtió en posible

 

 




 

 

 

 

 

 

 

ALBA LORENZO 3º ESO B

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